jueves, 26 de abril de 2012

El hombre del mañana...esta mutando el ser humano?

El profesor José Manuel de Cózar Escalante, del departamento de Historia y Filosofía de la Ciencia de la Universidad de La Laguna (Tenerife), ha advertido este jueves de los "riesgos" que puede tener en el futuro la investigación relacionada con la nanotecnología que podría ofrecer a determinadas personas la posibilidad de convertirse en "superhombres" o de incluso crear "una raza nueva".
Cózar Escalante ha hecho estas manifestaciones a los medios de comunicación antes de recibir en el Parlamento Asturiano el IX Premio Internacional de la Junta General y la Sociedad Internacional de Bioética (SIBI) por su trabajo 'Nanotecnología, Salud y Bioética (Entre la esperanza y el riesgo)'.
Cózar Escalante ha señalado que lo que más preocupa a día de hoy entre los investigadores es la "toxicidad" de las nanopartículas. También ha dicho que es importante no descuidar la atención sanitaria a los países pobres. "Hay vacunas y tratamientos muy sencillas que no hay que descuidar", ha apuntado. No obstante, también ha puesto en valor la utilidad de este tipo de investigaciones.
Pero más a largo plazo ha comentado que pueden darse cuestiones que parecer de ciencia ficción, pero que pueden producirse, en relación a la "mejora del cuerpo y la mente de los seres humanos". "¿Quiénes podrían acceder a esas mejoras? ¿Quiénes quedarían excluidos?", ha dicho.
Ya durante el acto de entrega del Premio, la presidenta de la Junta General del Principado, María Jesús Álvarez, ha elogiado el trabajo de Cózar Escalante, que ha calificado de "análisis honesto que anticipa ventajas y progresos para la humanidad, pero que advierte, sin alarmismo, de los riesgos que lleva aparejados".

  


El detalle de la gripe porcina, permite tener una nueva y clara evidencia de las aberraciones, pero sobre todo PELIGROS que implica la experimentación genética y cuán pésimamente se ha legislado al respecto.
Los propósitos podrán ser de intenciones nobles, por parte de los científicos que inicien alguna; pero jamás podrán alcanzarlos cuando quienes financian tales investigaciones, lo hacen esperando beneficios económicos o alguna forma de tener más poder.
Así como la ciencia se contrapuso a la religión en la actitud “positivista” de “sólo creo en lo que puedo corroborar en laboratorios” (actitud extremadamente estúpida, para las limitaciones tecnológicas humanas) también deberían prohibir las investigaciones “privadas” que no sean filantrópicas y libres para toda la humanidad.
Las investigaciones privadas y montos invertidos, han llegado al extremo aberrante de patentar formas de vida animal (la bacteria “come-petróleo”), lo cual logró que quedara la legislación de los USAdores abierta a patentar MUNDIALMENTE a cualquier otra forma de vida, la HUMANA incluída.
La legislación de los USAdores está tan influenciada y manipulada por los grandes sectores de poder económico, que ya es peor y más aberrante aún que las de los menospreciados países del “tercer mundo”; “subdesarrollados” o “en vías de desarrollo”.
Si bien en los países “menores” (subdesarrollados en lo económico y aspectos culturales por explotación de otros, como USAdores o parte de sus titiriteros, cual Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional, entre otros); las instituciones y estructuras tienen muchos vicios y errores, pero sus problemáticas suelen quedar “en casa”, dentro de fronteras. Los países “desarrollados” en general son incapaces de verdadera autonomía y especialmente los USAdores viven creando conflictos y problemas de toda índole a lo largo y ancho de toda la superficie planetaria, ya que su única fuente de ingresos reales para balancear sus economías internas, es la de exportar tecnologías a base de caos a tramposos valores de usura.
Así, el imperialismo de la picardía económica para la explotación de otros países, se ha disfrazado de “adalid de la libertad, la democracia y los derechos humanos” siendo sólo gobiernos marionetas de los grandes capitalistas salvajes que no tienen escrúpulos y cuya ética es más retorcida que trapo de limpiar pisos, pues les permite usufructuar económicamente cualquier región del planeta merced al poder del dinero ante las necesidades básicas imperiosas de los explotados que, en su desesperación, aceptan casi cualquier cosa por la esperanza de poder sobrevivir.
De este modo, se instalan grandes empresas para generar muchos puestos de trabajo que serán mal pagos y en pésimas condiciones, sólo para incrementar aún más su poderío económico que retroalimenta e incrementa a esta clase de imperialismo, a la vez que permite experimentar toda clase de aberraciones en poblaciones que, en principio eran del tercer mundo y hoy ya no tanto, porque el tema de las mutaciones genéticas es planetario y nadie está exento de poder padecerlas. Paso a explicar el por qué.
Mediante mutaciones genéticas, se han creado alimentos venenosos a insectos, a los cuales los insectos pueden volverse inmunes pero ¿los humanos también? ¿Qué pruebas serias hay de ello?
Si bien en principio, dichos alimentos “tóxicos” sólo son utilizados para engordar animales, ésos animales son alimento de humanos. En otras palabras: Dan a entender que la cadena o ciclo finaliza en animales, cuando en realidad continúa hacia los estómagos humanos.
Por otra parte, se fabrican alimentos balanceados con hormonas. Las hormonas animales son muy similares a las humanas y, sus excedentes, quedan almacenados en el tejido graso que suele terminar siendo consumido por humanos, con consecuencias ya corroboradas pero no reconocidas técnica y oficialmente, de obesidades, gigantismo… En las mujeres con frecuencia se manifiestan con gigantismo de caderas o busto. Detalles que eran casi inexistentes antes de los “alimentos balanceados” para animales como pollos; vacas, cerdos, etc. ¡Hasta en los lácteos y huevos, hay “residuos” de la alimentación y propiedades genéticas con que han alterado a la biología de esos animales!
Nuestra alimentación cotidiana, contiene infinidad de diversos tóxicos en cantidades “irrisorias” por unidad en sí, pero que en su conjunto de alimentos y unidades diarias, a lo largo de años, deterioran en extremo a todo el organismo.
Por ejemplo: Al trigo no sólo se lo siembra en tierras atosigadas de pesticidas como el DDT, de las cuales se nutre la planta. También se lo ha mutado genéticamente para que tenga resistencia a los venenos con que serán rociados durante su crecimiento, para matar otras hierbas comunes e insectos. De este modo, el trigo ya desde su semilla mutada más la tierra y el rociado con insecticidas o herbicidas, está “envenenado”.
Proceso que continúa en los molinos que, para evitar que le aparezcan gorgojos tempranamente, añaden a la harina un derivado de arsénico, también en “cantidad irrisoria”. Si a esto sumamos que luego, las pastas frescas o incluso el pan de panaderías suele añadir un derivado de CIANURO para que la humedad ambiente no lo haga “gomoso” o en las pastas frescas como “conservante permitido” para que no se ennegrezcan… ¿Qué estamos comiendo en lo más básico que es la harina? Un cóctel de pesticidas, que incluyen arsénico, cianuro y DDT entre ¡vaya uno a saber qué otros detalles que son “secretos profesionales” (comerciales).
Pero ¿te asombra que ya a mediana edad la mayoría de las personas sufran de osteoporosis y descalcificación en general (como pérdida de dientes) como algo “bastante común” cuando es sabido que la descalcificación general es claro síntoma de envenenamiento por minerales como el arsénico y cianuro?
El agua “potable” en general es tratada con cloro y flúor, además de cal viva. Todos venenos que dejan residuo y hasta matan a las propias bacterias naturales del estómago, como a la “vegetación intestinal” indispensable para una buena asimilación de los nutrientes.
Si sabemos que han tenido el atrevimiento de injertar genes de pescado (genética animal) en semillas de tomates para que resistan heladas o bajas temperaturas sin perderse la cosecha….
¿Qué consecuencias pueden llegar a tener en los ecosistemas del planeta tales semillas mutadas que se están entremezclando en muchas partes del planeta más allá del control (ni siquiera conocimiento) de los que fabrican mutaciones genéticas?
Cuanto más simple es la forma de vida, mayor es su capacidad de mutación genética y adaptación al medio. Los insectos en general, “peor enemigo” de la agricultura, son los que más rápidamente se adaptan a los venenos. Insectos que, en muchos casos, son alimento de animales de consumo humano. Ya sea por ingestión directa como gallinas que los buscan, o vacas que los ingieren entre la hierba que mastican. Así, a más tardar en unas cuantas generaciones, la genética de estos animales quedará “mutada” por adaptación, sin saberse si para mejor o peor. Pero aunque no consumamos sus carnes, difícilmente dejemos de consumir lácteos y huevos.
Así y todo, por más que hallemos la forma de dejar de consumir carnes, lácteos y huevos, los mosquitos que transmiten enfermedades, pueden picarlos a ellos y luego, llevados por vientos fuertes, picar a personas de grandes ciudades, retransmitiendo detalles de mutaciones genéticas que están impresas en la sangre.
¡Hasta la miel es posible factor de transmisión de mutaciones genéticas! Ya que el polen viaja en el aire hasta cientos de kilómetros y las abejas son insectos que recorren muchos kilómetros en busca de polen, sin diferenciar cambios de las propiedades genéticas y hasta mutando fácilmente para readaptarse a la alimentación alterada.
De este modo, ni siquiera tener una propia granja o chacra “segura” es garantía de inmunidad, ya que hasta por los mosquitos podemos ser víctimas de enfermedades nuevas que pueden ser hasta mortales, como el caso de la gripe porcina.
Con todo esto, mi intención no es la de sembrar pánico. Sino la de poner en evidencia la atrocidad que les estamos permitiendo hacer a unos pocos “imperialistas económicos”, apañados terriblemente desde el gobierno y legislación de USAdores, que están alterando a la naturaleza de modo tan experimental como imprudente, donde lo que está en juego es el futuro de muchas especies, no sólo la humana.
Pandemias de mutaciones genéticas pueden surgir en cualquier momento en cualquier parte del globo terrestre. ¿La humanidad está preparada para afrontarlas? ¿O caerán millones de personas ANTES de que se descubra y logre producir y distribuir medicación adecuada para unos pocos?
¿Quién se hará responsable de lo que hoy indirectamente todos apañamos consumiendo productos alterados genéticamente y PERMITIÉNDOLO?
¿Las marionetas que “desgobiernan” al país de los USAdores, desestabilizando a los de muchos otros países?
¿La manipulada e impotente ONU? ¿La OMS, Organización mundial de la Salud? ¿Los tendenciosos usureros del FMI y Banco Mundial? ¿O nuestros propios políticos autóctonos y serviles a sí mismos, antes que al pueblo que los vota?
Si cada uno de nosotros no deja de “dar de comer” a estos monstruos, por decisión individual que se vuelva masiva… NADIE evitará el caos que asoma como futuro casi inmediato. Da el ejemplo de hacer valer tus derechos y el de los que amas.
De lo contrario, que no te extrañe que dentro de unas décadas, realmente nazcan seres semi humanos en coles, o sean realidad los hombres lobo, con cabeza de elefante, etc. Porque las razas humanas se habrán diversificado a escamados con o sin branquias, emplumados con o sin alas y combinaciones de lo más insólitas como “accidentes genéticos” que serán cada vez más frecuentes surgiendo infinidad de subrazas alteradas genéticamente. Parece broma y exageración alevosa. Pero la genética no es algo que permita “borrar partida” y recomenzar desde una anterior, como imprudente y negligentemente se están comportando los científicos al respecto, presionados por grandes corporaciones.
Este tema se complementa con : Tu ¿Sabes qué es lo que comes? (transgénicos) en este mismo sitio, donde hay un video documental del 2006 excelente de 55 minutos, más varios links a más páginas con informaciones sobre esta temática.

Pero pasemos a otro punto.....

 Olvídese de los tanques, los misiles Tomahawk o los nuevos cazas F-22 Raptor. En las guerras del futuro, EE UU apostará por los supersoldados: seres humanos mejorados, rectificados y corregidos. Y no porque vayan a estar equipados con trajes de invisibilad o armas que funcionen a la velocidad del pensamiento; el soldado que quieren crear no tendrá casi necesidad de dormir, comer o beber, podrá curarse rápidamente, será inmune al dolor, al calor o al frío, hablará y entenderá docenas de idiomas y no tendrá problemas morales o éticos al cumplir su trabajo. En definitiva, será una especie de biorrobot capaz de funcionar a pleno rendimiento los 7 días de la semana cuyo subconsciente podría incluso controlarse a distancia.


Inventos que parecen salidos de la ciencia ficción


La organización encargada de inventarlo se denomina DARPA: Agencia para Investigaciones de Proyectos Avanzados en Defensa. Los escépticos harían bien en recordar que en la década de los sesenta uno de sus ingenieros ideó una forma de interconectar ordenadores distantes entre sí que daría origen a la red Arpanet, la semilla de lo que hoy se conoce como internet.


Pero la Red de Redes es sólo uno de los muchos avances extraordinarios de la ultrasecreta DARPA, que fue fundada hace 50 años en respuesta al lanzamiento del
Sputnik soviético. Las contribuciones de la agencia incluyen los aviones que eluden el radar, los equipos de visión nocturna y el diseño que daría origen al rifle de asalto M-16.

A principios del siglo XXI, los estrategas militares estadounidenses concluyeron que la mejor forma de vérselas en un primer momento con amenazas transfronterizas era tener pequeños grupos de soldados preparados para infiltrarse en vez de desplegar una gran cantidad de equipo pesado. Ello significaba que esos comandos debían poder sobrevivir sin médicos, comunicaciones, apoyo táctico o provisiones.


En 2002, DARPA proclamó que “el ser humano se estaba convirtiendo en el eslabón más débil en la cadena de los sistemas de defensa”, y solicitó al Congreso 160 millones de dólares anuales para investigaciones. “Reforzarla no sólo pasa por desarrollar materiales que mejoren su desempeño, sino posibilitar nuevas capacidades humanas”.


supersoldados1
Los críticos describen los experimentos de DARPA como si en sus instalaciones se estuvieran creando monstruos de Frankenstein. “Es más habladuría que otra cosa”, afirma Tony Tether, director de la agencia, en la revista WIRED. “El ejército estadounidense tiene el mejor entrenamiento del mundo. Nuestra misión es idear la forma de mantener el nivel cuando los soldados están en situaciones difíciles”. Así, DARPA patrocina hoy docenas de proyectos de acrecentamiento humano en laboratorios del país y en instituciones foráneas. Y uno de los principales objetivos ahora que la tasa de reclutamiento en EE UU ha caído un 12% es crear dos guerreros por el precio de uno, esto es, un soldado que no duerma.

Durante la Guerra de Vietnam, el ejército de EE UU estudió ampliamente cómo afectaba a sus hombres no dormir. En esa época, lo único que se podía hacer para mantener a los reclutas con los ojos abiertos era darles montañas de anfetaminas. En la actualidad, DARPA trabaja en un programa de
Prevención de Falta del Sueño que permitirá a un piloto volar 30 horas seguidas o a un “boina verde” sobrellevar hasta 74 horas de actividad sostenida sin que sufra incapacidades psicomotoras.

En la Universidad de Wake Forest, en Carolina del Norte, se está estudiando una clase de fármacos denominados ampakinas que podrían evitar el déficit cognitivo asociado a la falta de sueño. En la Universidad de Columbia, un equipo de científicos utiliza estimulación magnética transcraneal para contrarrestar la fatiga y técnicas de representación por imágenes para analizar los efectos neuroprotectores y neurorregeneradores de un antioxidante presente en la planta del cacao. A la vez, la Fuerza Aérea investiga una droga llamada Modafinil, que supuestamente podría mantenernos en pie 88 horas.



Objetivo: no parar ni para comer al menos en 3 días


¿Pero de qué vale un guerrero que no duerme si de todas maneras tiene que comer y beber? Para acabar con ese problema, otro proyecto, conocido como programa de
Desempeño Cumbre del Soldado, busca “poder realizar un trabajo físico y cognitivo continuado de 3 a 5 días, las 24 horas diarias, sin necesidad de ingerir calorías”.

Aunque por término medio un adulto necesita entre 1.500 y 2.000 calorías diarias, un soldado en acción puede requerir casi 8.000. Pero, puesto que detenerse a comer resta un tiempo valioso que podría usarse en identificar o eliminar blancos, DARPA investiga formas de “lograr el total dominio metabólico”. Esto incluye controlar el hambre usando nutracéuticos –complementos alimenticios natu rales de origen marino y vegetal– y suplementos nutritivos para darle al cuerpo lo que necesita cuando no hay comida por ninguna parte. Así, con la ayuda de las bacterias adecuadas, se podrían digerir cosas que hoy se consideran incomibles, como la celulosa de las plantas.


Buena parte de este trabajo se lleva a cabo en el Centro de Sistemas para Soldados del Ejército en Natick, Massachusetts. Recientemente, este laboratorio desarrolló un prototipo de lo que llaman First Strike Ration. Se trata de un paquete alimenticio que incluye tres emparedados, un puré de manzana reforzado con carbohidratos y chicles de cafeína. Según un informe del centro, las nuevas raciones de campaña están pensadas “para consumirse en movimiento y en las primeras 72 horas del conflicto”. Este mismo organismo ideó un alimento deshidratado que el soldado podía rehidratar sin peligro con su propia orina. Precisamente, para solucionar el consumo de líquidos, DARPA creó un programa especial de recolección de agua que permite extraerla del propio aire y, por tanto, evita tener que acarrearla.


Ahora que hemos visto cómo pueden reducirse las necesidades de sueño, agua y alimentos del combatiente, es el momento de convertirlo en un auténtico Supermán. El proyecto
Soldado Metabólicamente Dominante busca aumentar el rendimiento celular para promover la resistencia y la fuerza, y así conseguir, por ejemplo, que un comando cargue con facilidad incluso 100 kilos de equipo.

Los primeros pasos se están dando en la Universidad de Stanford, donde se ha desarrollado el “guante enfriador”. Este ingenio, parecido a una tetera recubierta por dentro por una especie de hemisferio metálico, produce un vacío que conduce la sangre hacia la mano y la enfría, lo que refresca el cuerpo en segundos. Según Craig Heller, uno de sus inventores, experto en ciencias biológicas, “en esencia, los músculos se fatigan porque se recalientan; el guante apura el intercambio de temperaturas que sucede normalmente cuando sudamos. Tras cuatro meses usándolo, Heller, que tiene más de 60 años, ha logrado hacer mil flexiones seguidas.


En la otra punta del país, en el Instituto del Cáncer Dana-Farber de Boston, el biólogo Lan Bo Chen trabaja en un cóctel de quercetina, té verde y vitamina B capaz de aumentar la producción de mitocondrias, la maquinaria que da energía a las células. De momento, los ciclistas que lo han probado han mejorado sus tiempos un 3%.



Tratamientos contra el remordimiento


Supermán puede estar muy bien, pero si su mente está llena de ansiedades y culpabilidad, podría será fácilmente derrotado. Por ejemplo, se calcula que durante la Segunda Guerra Mundial apenas el 20% de la infantería estadounidense disparó sus armas contra el enemigo. En Vietnam, ya era el 90%. ¿Acaso se puede acabar con los remordimientos y los desórdenes postraumáticos asociados a ellos?


En las universidades de Harvard y Columbia varios equipos trabajan en métodos de inhibición del miedo y en distintas formas de “anestesiar la memoria” usando pastillas de propranodol. Pero DARPA quiere ir más lejos. De hecho, su idea es llegar a crear una especie de humano-robot. A la agencia no le falta experiencia. Hace unos años, logró controlar por ordenador un ratón al que se le habían implantado electrodos en los sesos, y en la actualidad trabaja en un tiburón que puede ser manejado a distancia. En la Universidad de Nueva York, el renombrado neurocientífico colombiano Rodolfo Llinás inserta nanocables en los capilares del cerebro de roedores para estimularlo a distancia y así generar sensaciones y estados de ánimo artificiales. Según Llinás, la comunicación directa entre mente y máquina puede ser posible.


En una entrevista para la emisora
Public Broadcasting Service, Llinás planteó el siguiente supuesto: “Convenientemente desarrollada, esta tecnología permitiría que cada miembro de un grupo de soldados fuese consciente de la existencia de todos y cada uno de ellos y de lo que están haciendo en cada momento. El grupo de personas individuales desaparece para convertirse en una única entidad. Así, si uno resulta herido, todos podrían saberlo instantáneamente. En el fondo, se trataría de una especie de conciencia colectiva”.

La división de investigación de Boeing Phanton Works también investiga la mejora de las capacidades cognitivas de los militares. Su idea es que los especialistas que controlan desde tierra el vuelo de los aviones no tripulados, como el
Predator estadounidense o el Heron israelí, sean algún día capaces de manejar simultáneamente varios escuadrones de cazas robot al mismo tiempo. Para ello, se debe aumentar la concentración, la memoria y, sobre todo, la velocidad con la que el controlador reconoce los blancos. De momento, los técnicos de Boeing utilizan espectrografías para examinar el comportamiento de su cerebro. 


 

Los nuevos super soldados


Una segunda ‘piel’ se activa antes de recibir un impacto, brazos y piernas que multiplican las fuerzas humanas, super vista y permanente apoyo de una super computadora son algunas de las mejoras de la ciencia en la guerra.

Ya se, conozco las reglas. La ciencia debería utilizar su sabiduría para mejorar la calidad de vida de las personas y no para destruirlas.
¿Pero en donde se podría aplicar mejor la nanotecnología si no es en la guerra?. Para curar y todo eso es mal gastar plata, por lo menos los que saben y dan el ejemplo así lo demuestran con sus inversiones.
Entonces mas que lamentarnos, diremos que el nuevo traje del soldado es sumamente liviano y flexible y está conectado a una PC, sus sensores están monitoreando permanentemente el terreno y cuando detecta un disparo, inmediatamente el traje se vuelve impenetrable. Y contaremos también otro beneficio de este traje, porque el soldado podrá caminar mas de 5 km en una hora si mostrar fatiga.
Demos entonces un vistazo a los proyectos de tecnología militar actuales nos puede avanzar cómo serán las Fuerzas Armadas en el futuro, no tan lejos de las imágenes futuristas de las películas de ciencia-ficción.
Las iniciativas en materia militar tomadas por el Congreso de Estados Unidos ya trabajan en el soldado del 2020. En el marco del programa «Sistema de Combate del Futuro» los militares no sólo contarán con mejor armamento, sino con una protección individual superior y con un ordenador de a bordo.
Pero los avances más espectaculares los encontramos en materia del rendimiento individual de cada soldado. Diferentes programas trabajan en complementos robotizados para darle más fuerza a los brazos y más velocidad y resistencia a las piernas.
Futuro inmediato
Las campañas de Afganistán o Irak han servido de lección para la industria armamentística. En terrenos o climas adversos, un equipo que a menudo supera los 55 kilogramos es una importante barrera para cualquier traslado. La propuesta para el futuro no supera los 22 kilogramos gracias al uso de nuevos materiales.
La «armadura» integrada en los nuevos uniformes absorbe el impacto de una bala mejor que los actuales chalecos antibalas. La protección, con forma de concha, queda a cinco centímetros del cuerpo del soldado, por lo que si recibe un impacto de bala, la fuerza se distribuye más uniformemente disminuyéndose lesiones como la fractura de costillas.
Ordenadores integrados
Los sistemas informáticos propuestos para el futuro convierten a cada soldado en parte de una red local sobre la que poner en práctica cualquier táctica.
Los soldados compartirán los datos con vehículos, aeronaves y otras tropas. «Si un helicóptero Apache se adelanta a sus movimientos, puede enviarles en tiempo real el vídeo grabado del enemigo con que se encontrará», explica Jean-Louis DeGay, del Centro de Sistemas de Soldado.
El ordenador de a bordo supervisaría también la temperatura corporal, la frecuencia cardíaca, si el combatiente está de pie o boca abajo, y la cantidad de agua que el soldado ha bebido», dijo DeGay.
Un médico, que puede estar a kilómetros de distancia, ahora será capaz de diagnosticar y tratar a un militar que esté a punto de sufrir una insolación, sin necesidad de verlo físicamente. Un mapa dirigirá al paciente hasta encontrar la ayuda necesaria.
Trajes inteligentes
La nanotecnología se refiere a la creación de dispositivos o sistemas con un tamaño a escala reducida de 100 nanómetros o menos. Un nanómetro es una medida equivalente métrico a una mil millonésima de un metro.
«Lo que esperamos obtener de este programa es una armadura que se lleva como cualquier prenda pero impregnada con nanomáquinas conectadas a un ordenador de a bordo. Entonces, cuando se dispara una bala en el sistema uniforme, normalmente es flexible hasta que se detecta la agresión y se vuelve rígida», explicó el experto.
Uniforme robotizado
El programa «Guerrero del Futuro» trabaja en los avances para 2015-2020. La principal propuesta es el esqueleto «HULC», diseñado para aumentar la fuerza de los soldados y la movilidad en terrenos irregulares. Es un sistema modular compuesto por una unidad de la mochila sobre el hombro.
Máscaras protectoras
Más de la mitad de todas las lesiones a las tropas estadounidenses se deben a las explosiones, y un gran porcentaje conllevan daños en la cabeza. Mientras que los cascos ofrecen cierta protección, las ondas expansivas se pueden transmitir al cerebro del soldado a través de su rostro.
Según las pruebas realizadas el estudio, las lesiones con o sin casco apenas diferían, pero con el uso del casco y el complemento de la máscara, los daños se reducían sensiblemente.
La compañía «BAE Systems» desarrolló en 2008 un sensor montado dentro de los cascos de los soldados que indica cuándo se ha recibido la fuerza suficiente para causar una lesión en el cerebro, una circunstancia que, en ocasiones, no siente el propio afectado hasta pasadas varias horas.

Soldado del futuro gana más un aliado

Lo que era ficción hace algunos años está se volviendo realidad. Tras una década de estudios e investigaciones, el Ejército de Estados Unidos anunció que está iniciando tests del equipamiento personal denominado HULC (Cargador Humano Universal de Carga), uno exoesqueleto cibernético cuya finalidad será proporcionar capacidad de desempeño sobrehumana a los soldados.
Criado por el ingeniero mecánico Hami Kazerooni, el sistema está siendo perfeccionado en asociación con el gigante estadounidense Lockheed Martin. El principio de puesta en marcha del HULC está basado en sensores distribuidos por el equipamiento que detectan y anticipan los movimientos del usuario. Los dados colectados por esos sensores son procesados y accionan instantáneamente la musculatura hidráulica (o robótica) del sistema, confeccionada básicamente de titanio. La fuente de alimentación del HULC es constituida de una célula generadora de electricidad de litio con autonomía de una hora instalada en una especie de mochila.
Las cualidades del HULC permitirán que un soldado camine 5 km en una hora sin someterlo al desgaste típico de esa acción o entonces el poder de cargar hasta 90 kg. Además, el sistema puede hacer un soldado correr en velocidades de hasta 16 km/h.
La primera fase de ensayos del HULC será dedicada a la evaluación biomecánica, es decir, dimensionar cuanta energía un soldado irá a desgastar dentro de un sobre pre-determinado de acciones. Además, será evaluado cuanto tiempo el hombre llevará para aprender a controlar el equipamiento cargando variados pesos y se moviendo en diversas velocidades.
Durante el 2011 tendremos mas detalles sobre los nuevos soldados nanotécnicos, hasta este entonces les deseo a todos nuestros lectores un feliz fin de año y mejor comienzo de año.




 No ofender a los dioses

Otro tema es si los científicos deberían intentar alterar las estructuras genéticas para «mejorar» la raza humana. Uno de los descubridores de la estructura del ADN, James Watson, está decididamente a favor de esta postura, informaba el London Times el 24 de abril.

Watson, actualmente presidente del Cold Spring Harbor Laboratory en el estado de Nueva York, afirmaba que las falsas objeciones de organizaciones de izquierda y religiosas están retardando el paso de los avances médicos basados en la genética. «Creo que deberíamos hacer todo lo que podamos para mejorar la vida humana», afirmaba.

En unas declaraciones en una cena de gala en el London Guildhall, Watson comentaba: «No veo la genética como una ofensa a los dioses, no creo que haya dioses por ahí fuera». El Times observaba que Watson se opuso hace poco a una prohibición de la clonación humana reproductiva.

Otros apuntan a los peligros de tratar de forzar las estructuras genéticas humanas. En un artículo del 14 de abril en Los Angeles Times, Bill McKibbon, autor de «Enough: Staying Human in an Engineered Age» (Basta: seguir siendo humano en la era de la ingeniería), daba la bienvenida a las celebraciones del aniversario del descubrimiento del ADN.

Pero advertía que «los últimos planes de Watson y sus seguidores son monstruosos». Tales esquemas «apuntan hacia un mundo de niños catalogados, que pueden pasar toda su vida preguntándose cuáles de sus impulsos son reales y cuáles son producto de una intervención embriónica. Sustituyen el sino y la voluntad libre, que han estado siempre en el centro del significado humano, por una clase de predestinación genética que convertiría a nuestros hijos en semi-robots».

Y añadía: «Una especie suficientemente inteligente de descubrir la doble hélice (la del ADN) debería ser lo suficiente sabia para dejarla más o menos sola».

El Dr. Leon Kass advierte también sobre la tendencia al consumismo genético. Kass, jefe del Consejo de Bioética del presidente, trató el tema en un ensayo en su reciente libro «Life, Liberty and the Defense of Dignity: The Challenge for Bioethics» (Vida, Libertad y Defensa de la Dignidad: el Desafío para la Bioética).

La tecnología genética, observaba, «viene a la existencia como parte del gran proyecto humanitario de curar la enfermedad, prolongar la vida y aliviar el sufrimiento. De esta manera, ocupa el alto lugar moral de la curación compasiva».

Pero esta misma tecnología, observaba, «también representa algo radicalmente nuevo e inquietante». Debemos rechazar los intentos de algunos científicos de llevar el debate sobre la tecnología genética como si fuera «una batalla de la inteligencia benéfica y bien informada contra la angustia ignorante y supersticiosa».

La manipulación genética, explicaba Kass, es decididamente diferente a otras tecnologías médicas. Primero, los cambios en las estructuras genéticas humanas serán transmisibles a las futuras generaciones. Segundo, la ingeniería genética puede ser capaz de crear o mejorar las capacidades humanas y, por lo mismo, de crear o mejorar nuevas normas de aptitud y salud.

Además, la tecnología genética y las prácticas que generará no son moral y humanamente neutrales, advertía Kass. Los científicos acabarán juzgando sobre los méritos de otros seres para vivir o morir sobre la base de su información genética. Y la tentación de producir bebés de diseño llevará a la modificación de la vida humana que nace.

Kass concluía advirtiendo de que la infatuación por el progreso científico conlleva el riesgo de triunfar sobre la impredecibilidad de la naturaleza, «sólo para someternos, trágicamente, a la aún más grande impredecibilidad de nuestras caprichosas voluntades y de nuestras volubles opiniones».

La ciencia puede haber solucionado un problema, sólo para crear otro.



La supuesta ingeniería genética carece de base científica y constituye una agresión sin precedentes que amenaza con destruir el ecosistema y pone en peligro el futuro de todos los seres vivos del planeta.
El 17 de enero, el diario El Mundo titulaba así un reportaje en sus páginas de salud: «Un estudio defiende el valor profiláctico de la extirpación de ambos pechos». La idea no es nueva. Hace ya cuatro años que apareció en ABC esta noticia: «Suecia: mujeres sanas se extirpan los pechos para prevenir el cáncer de mama... los expertos aseguran que se reduce el riesgo en un 50%».
¿Es posible saber con tanta seguridad que se va a padecer una enfermedad como para tomar una decisión tan drástica? La respuesta está en los recientemente comercializados análisis genéticos para detectar los supuestos «genes del cáncer de mama», BRCA1 y BRCA2.
Más de 300 organizaciones [1], principalmente japonesas y americanas, han adquirido las patentes de unos 2000 fragmentos de ADN en los últimos 18 años. Se pretende disponer de un banco de «genes culpables» que sirvan de base a tests genéticos y terapia génica. Estamos hablando de la vertiente menos conocida de la manipulación genética: las aplicaciones médicas.
Por ahora, los medios están reflejando un cierto debate en torno a la ingeniería genética centrado en los alimentos manipulados y en los problemas éticos derivados de la clonación. Pero comencemos por el principio, ¿es posible realmente manipular de forma controlada el genoma de los seres vivos? ¿Es posible una ingeniería genética? Hace muy poco, el catedrático de ingeniería Javier Aracil nos recordaba desde las páginas del Diario de Cádiz, que «la ingeniería es un modo de actividad profesional que consiste en concebir, construir y explotar un mundo artificial» y esto es así porque un mundo artificial es previsible, porque tiene una estructura fija conocida y por ello controlable. Pero los organismos vivos son en esencia dinámicos e imprevisibles. En cada una de los cien billones de células de nuestro organismo se producen cada instante unas diez mil reacciones bioquímicas diferentes. Ni con los ordenadores más potentes se puede predecir, y mucho menos controlar, estos procesos.
El problema más grave de la «ingeniería genética» es que se está construyendo sobre una base biológica errónea y obsoleta: los modelos deterministas de Darwin y Mendel. Hace mucho tiempo que estos modelos están totalmente superados. Barbara McClintock (Premio Nobel del 80) estudió ya en los años 50 la estructura móvil del genoma: los llamados transposones y retrotransposones. Seymour Benzer mostró en 1962 que el gen no es una unidad indivisible. Desde entonces, la investigación en Biología Molecular ha fulminado la concepción mecanicista de la Biología en general y de la Genética en particular [2].
Algunos de estos hallazgos dejan sin base científica la «ingeniería genética»:
El lenguaje genético no es universal: la misma información puede ser leída de diferente forma por otro ser vivo o incluso por el mismo ser en otro lugar o situación. Por tanto, no es posible transferir información controlada de un organismo a otro. De hecho la célula puede producir proteínas para las que no existe información en sus cromosomas. No es cierto que la información genética esté silo en el Núcleo de la célula; cada una de los cientos de Mitocondrias que hay en cada célula poseen información genética imprescindible para la programación de la información del núcleo. Esto hace imposible los pretendidos procesos de clonación de seres vivos a partir únicamente del ADN nuclear. Hay un intercambio constante de información entre los dos filamentos de cada cromosoma o entre diferentes cromosomas. Además, el núcleo tiene tendencia a asimilar a su interior e incluso incorporar a sus cromosomas el material genético del exterior, incluido el contenido de lo que comemos. Es imposible controlar el lugar de integración de un trozo de información manipulado en un cromosoma. Este material, que produce cambios y destrozos en los cromosomas, se introduce mediante interruptores o vectores provenientes de virus a los que se añade una cola para impedir que sea eliminado; esto convierte el material en una auténtica bomba de relojería genética con consecuencias imprevisibles. La mayoría de los tratados hasta ahora han acabado enfermos y no se les aconseja tener hijos pues se prevé que los vectores penetren en óvulos y esperma.
Las hormonas y enzimas obtenidas con biotecnología genética, poseen mutaciones que provocan graves efectos secundarios. Esto es debido a diferencias estructurales entre las proteínas humanas, que son tridimensionales, y las fabricadas por bacterias, que son lineales. Un ejemplo especialmente alarmante es el de la insulina: actualmente la única disponible en España es la procedente de manipulación genética; su obtención plantea graves problemas, el más grave: las mutaciones, que provocan a su vez efectos secundarios como alergias, cánceres y enfermedades autoinmunes. Además, el nivel de azúcar baja tan repentinamente que provoca desmayos súbitos (en Suiza se han registrado ya cientos de accidentes de tráfico mortales debido a desmayos súbitos de conductores).
La técnica de detección de material genético (llamada hibridación) tiene importantes limitaciones intrínsecas que convierten en un engaño criminal los «tests genéticos» que detectan mutaciones en supuestos genes a los que se considera responsables de enfermedades.
En resumen, según los pocos científicos independientes que se atreven a hablar claro, estamos ante un peligro mucho más grave que el representado por la energía atómica. Volviendo al cáncer de mama: esas mujeres engañadas y empujadas a tomar dramáticas decisiones sin base alguna no son más que las primeras víctimas de una catástrofe sin precedentes: en Estados Unidos algunas compañías de seguros empiezan a exigir el test genético negativo o la extirpación de los pechos, y hay que tener en cuenta que ya hay decenas de enfermedades a las que se les ha encontrado el «gen culpable».
Cuando se sabe que hay más de 1200 variaciones del supuesto gen BRCA1 registradas y que estas mutaciones aparecen en los mismos porcentajes en mujeres sanas e incluso en hombres, comienza a vislumbrarse el alcance de esta tragedia. Y «casualmente» estas manipulaciones atacan principalmente a las mujeres: no ha bastado con haber medicalizado la concepción, el embarazo, el parto y hasta la crianza de los bebés; no ha bastado con comprometer la salud de las próximas generaciones al arrebatar a las mujeres estas funciones biológicas básicas. Ahora se trata de amputar sus cuerpos y agredir los centros de transmisión de la energía y de la vida, arruinando, quizá definitivamente, el futuro de la humanidad.
Genetica y El Futuro Del Hombre

2 comentarios:

  1. Si t eintereso esta nota ve la de apocalipsis genetico que es sobre mas vistasos al futuro incierto del mundo

    ResponderEliminar
  2. Por cierto puedes descargar Génetica y el futuro del hombre desde aqui por medio de scribd que fue colocada forma de conclución.

    ResponderEliminar