sábado, 28 de julio de 2012

Semyazza

En el Libro de Enoc se le presenta como el líder de un grupo de ángeles llamados "Grigori" (Vigilantes) que se consumen con la lujuria de la mujer mortal y se convierten en ángeles caídos
Entonces Shemihaza que era su jefe, les dijo: "Temo que no queráis cumplir con esta acción y sea yo el único responsable de un gran pecado". Pero ellos le respondieron: "Hagamos todos un juramento y comprometámonos todos bajo un anatema a no retroceder en este proyecto hasta ejecutarlo realmente". Entonces todos juraron unidos y se comprometieron al respecto los unos con los otros, bajo anatema. (Libro de Enoc, 6, 3-5)
Una lista completa de los líderes del grupo se pueden encontrar en el Libro de Enoc. Semjaza convenció a otros Grigori a unirse a él para fornicar con las mujeres. Como resultado, él y los otros pecadores Grigori engendraron hijos gigantes (en el Génesis llamados Nephilim o "los caídos" en hebreo), que dominaron y se dieron banquetes con los seres humanos durante los días de Enoc. Otro pecado de los Vigilantes fue enseñar a varios humanos artes creativas - sobre todo Azazel, que les enseñó los secretos de la guerra, lo cual causó la ira de Dios.
Dios mandó al ángel Gabriel a causa de los Gigantes para hacer la guerra con ellos:
Y el Señor dijo a Gabriel: Procede contra los bastardos y réprobos hijos de la fornicación y haz desaparecer a los hijos de los Vigilantes de entre los humanos y hazlos entrar en una guerra de destrucción, pues no habrá para ellos muchos días. Ninguna petición en su favor será concedida, pues esperan vivir una vida eterna o que cada uno viva quinientos años. (Libro de Enoc, 10)
Por último, la sentencia de los asociados de Semyazza es descrita.
Y a Miguel le dijo el Señor: ve y anuncia a Shemihaza y a todos sus cómplices que se unieron con mujeres y se contaminaron con ellas en su impureza, ¡que sus hijos perecerán y ellos verán la destrucción de sus queridos! Encadénalos durante setenta generaciones en los valles de la tierra hasta el gran día de su juicio. En esos días se les llevará al abismo de fuego, a los tormentos y al encierro en la prisión eterna. Todo el que sea condenado, estará perdido de ahí en adelante y será encadenado con ellos hasta la destrucción de su generación. Y en la época del juicio que yo juzgaré, perecerán por todas las generaciones. (Libro de Enoc, 10, 11-14)
Después de la destrucción de los Gigantes, Dios causó el Diluvio Universal para destruir a los humanos que se habían corrompido. 

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